María Corina Machado recibe el Premio Nobel de la Paz 2025

Por Felipe R. Neri
La activista y líder opositora venezolana María Corina Machado fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, según anunció este viernes el Comité Noruego del Nobel en Oslo. El reconocimiento le fue otorgado “por su incansable trabajo en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.
El Comité destacó que Machado “mantiene viva la llama de la democracia en medio de una oscuridad creciente”, en alusión a su persistencia en un contexto marcado por la represión, la pobreza y el éxodo masivo. Según los organizadores, su trayectoria representa “uno de los ejemplos más extraordinarios de coraje civil en América Latina en tiempos recientes”, un legado que ha inspirado a generaciones dentro y fuera de Venezuela.
Una voz en defensa del voto y la libertad
Ingeniera de formación, Machado ha dedicado más de dos décadas a la defensa del sufragio libre y la institucionalidad democrática. En 2002 fundó la organización Súmate, orientada a promover elecciones transparentes bajo el lema “balas o votos”, una consigna que resume su apuesta por la vía pacífica frente al autoritarismo. Su liderazgo ha sido clave en la movilización ciudadana y en la denuncia de las irregularidades del sistema electoral venezolano.
Desde entonces, ha abogado por la independencia judicial, la defensa de los derechos humanos y la participación popular, pese a enfrentar persecución política y judicial. El Comité subrayó que “ha pasado años trabajando por la libertad del pueblo venezolano” y que, aun ante el riesgo de detención o muerte, “ha decidido permanecer en su país, inspirando a millones con su ejemplo y determinación”.
La elección de 2024: resistencia y esperanza
El reconocimiento también hace referencia al proceso electoral de 2024, cuando Machado fue candidata presidencial de la oposición, aunque el régimen venezolano impidió su participación. En respuesta, respaldó al candidato Edmundo González Urrutia e impulsó una red de observadores ciudadanos que documentó los resultados de las urnas antes de que fueran alteradas o destruidas.
El Comité consideró estas acciones como una muestra ejemplar de resistencia cívica pacífica, destacando que “los esfuerzos del movimiento opositor, antes y durante la elección, fueron innovadores, valientes, pacíficos y democráticos”. Para la organización, su papel fue determinante para mantener la esperanza en una salida electoral frente a un sistema autoritario consolidado.
Democracia y paz como causas indivisibles
En su comunicado, el Comité Noruego recordó que “la democracia es una condición previa para la paz duradera”, advirtiendo sobre la creciente tendencia mundial al retroceso democrático. Señaló que muchos gobiernos autoritarios manipulan la ley, silencian a la prensa y reprimen la disidencia. En ese contexto, el caso venezolano representa, según el Comité, un ejemplo urgente de cómo la defensa no violenta de los derechos políticos puede convertirse en un verdadero acto de paz.
Machado, nacida en 1967 y residente en Caracas, “cumple los tres criterios establecidos en el testamento de Alfred Nobel”: unir a la oposición de su país, resistir la militarización de la sociedad y mantener un compromiso inquebrantable con una transición democrática pacífica. Su liderazgo, según el jurado, encarna la convicción de que la libertad y la justicia son pilares inseparables de la paz.
“El Premio Nobel de la Paz 2025 va para una mujer valiente y comprometida, una campeona de la paz que mantiene viva la llama de la democracia”, concluyó el Comité en su anuncio oficial. Con este reconocimiento, María Corina Machado se convierte en un símbolo regional de esperanza y en un recordatorio de que las herramientas de la democracia —el voto, la palabra y la organización civil— son también las herramientas más poderosas para construir la paz.