Por: Majo Castillo
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha intensificado su lucha contra el tráfico de fentanilo al anunciar sanciones contra ocho ciudadanos mexicanos y doce empresas.
Esta acción tiene como objetivo desmantelar las redes financieras y logísticas que presuntamente están vinculadas al suministro de precursores químicos a la facción de «Los Chapitos» del Cártel de Sinaloa, liderada por los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán.
La medida implica la congelación de los bienes e intereses de estas personas y entidades en territorio estadounidense, un paso decisivo para interrumpir la cadena de producción de drogas sintéticas.
Entre las empresas señaladas se encuentran negocios en Culiacán, Sinaloa, como Sumilab y Macerlab, que habrían estado operando como fachada o parte de la infraestructura de suministro.
Esta operación subraya el enfoque del gobierno estadounidense en atacar no solo a los líderes de los cárteles, sino también a sus facilitadores logísticos y financieros, a quienes considera pilares críticos de las organizaciones criminales transnacionales.
