El campo hierve: productores acusan ‘insulto’ tras el nuevo precio del maíz”
Por Agustín Pérez García
El campo mexicano volvió a encender motores de protesta. Agricultores de distintos estados amanecieron hoy bloqueando carreteras, casetas y centros de acopio, luego de que el Gobierno federal anunciara un precio de 6 050 pesos por tonelada de maíz blanco.
Para ellos, el monto no es un acuerdo: es una ofensa.
“Nos están condenando a la quiebra”, gritó un productor de Sinaloa mientras mostraba una mazorca reseca frente a los medios locales. La exigencia es clara: 7 200 pesos por tonelada, un ajuste que —según los campesinos— apenas cubriría los costos reales de producción, que han subido más del 30 % entre fertilizantes, semillas y transporte.
Las manifestaciones se extendieron por Sonora, Zacatecas, Guanajuato y Jalisco, con pancartas que acusan al Gobierno de “olvidar al campo mientras presume estabilidad económica”. En algunos tramos, el tránsito se paralizó por horas, y camionetas cargadas con grano se usaron como barricadas improvisadas.
Desde la Ciudad de México, la Secretaría de Agricultura intentó calmar los ánimos:
“El acuerdo busca un equilibrio entre productores y consumidores”, declaró el subsecretario Víctor Suárez, aunque reconoció que el precio “no satisface a todos”.
Pero el mensaje no convenció. Para los campesinos, el campo no puede vivir de discursos ni de equilibrios ficticios. “El maíz no es lujo, es identidad nacional”, dijo un representante de la UNTA.
Expertos advierten que, si la protesta escala, podría haber desabasto parcial de maíz y aumento del precio de la tortilla, algo que ningún gobierno quiere enfrentar en tiempos de presión inflacionaria.
Por ahora, el campo sigue en pie de lucha, y las carreteras, bajo el sol ardiente, se han convertido en símbolo del hartazgo rural ante lo que llaman “una política agrícola de escritorio”.