El Himno Nacional Mexicano: un símbolo oficial desde 1942
 
													Por Jadbeel Rodríguez Cruz
El 20 de octubre de 1942 marcó un hito en la historia de los símbolos patrios de México. En esa fecha, el presidente Manuel Ávila Camacho expidió el decreto que estableció oficialmente la versión del Himno Nacional Mexicano, consolidando así uno de los emblemas más representativos de la identidad nacional.
Aunque el himno ya era conocido y utilizado desde 1854, cuando fue interpretado por primera vez en el Teatro Santa Anna, no fue sino hasta este decreto que se definieron formalmente las estrofas y el coro que lo componen. La letra, escrita por el poeta potosino Francisco González Bocanegra en 1853, y la música, compuesta por el catalán Jaime Nunó en 1854, fueron seleccionadas mediante concursos nacionales que buscaban dotar al país de un canto patriótico que exaltara la defensa de la soberanía.
El decreto presidencial fue publicado oficialmente el 4 de mayo de 1943, y desde entonces, el Himno Nacional quedó conformado por cuatro estrofas de ocho versos cada una, intercaladas con el coro. Esta versión excluye algunas estrofas originales que hacían referencia a personajes históricos como Antonio López de Santa Anna y Agustín de Iturbide, en un esfuerzo por centrar el mensaje en la unidad y la defensa de la patria.
Junto con la bandera y el escudo nacional, el himno forma parte de los tres símbolos patrios reconocidos por la ley. En 1984, se estableció que su uso sería regulado por la Secretaría de Gobernación, conforme a la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, la cual estipula que la letra y música oficiales son las que aparecen en el artículo 57 de dicha legislación.
Además, en un gesto de inclusión cultural, se permite que pueblos y comunidades indígena soliciten la autorización para traducir el himno a sus lenguas originarias, previa evaluación del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, fortaleciendo así el sentido de pertenencia y diversidad que caracteriza a la nación mexicana.
Este decreto no solo oficializó una obra artística, sino que reafirmó el valor simbólico del himno como expresión de la historia, el orgullo y la unidad del pueblo mexicano.
 
                         
						 
						 
						 
						 
						 
								 
				 
				