x

PRI, de la luz a la oscuridad

PRI, de la luz a la oscuridad
  • Publishedseptiembre 30, 2025

Acaba de salir a la luz un serie titulada “PRI; crónica del fin”, escrita y dirigida por la periodista Denise Maerker, cuyo primer capítulo hace un recuento de los primeros 53 años de ese partido en el poder, donde se pone de manifiesto la primera gran crisis del partido: el desastroso gobierno de José López Portillo y el ascenso de los tecnócratas en el gabinete de Miguel de la Madrid.

El subtítulo de la serie es indicativo del rumbo que tomarán los siguientes capítulos: el camino hacia la desaparición del que fuera el partido mexicano más poderoso del siglo XX.

Ese camino se inició con el derrumbe económico en los años 80, con Miguel de la Madrid Hurtado (cuando llegó al poder se decía: “En los primeros dos años, todo es para mí…guel; en los otros dos: todo es hurtado; y al final: ya nos fue de la ma…drid”), y se cambió el rumbo del país con los tecnócratas Carlos Salinas y Ernesto Zedillo quien le entregó el poder a la derecha.

El gobierno de Enrique Peña Nieto, mostró que de aquel partido fundado en 1929 no quedaba absolutamente nada, se había convertido en una cueva de ladrones.

Pero eso no fue suficiente para empujar al partido tricolor hacia la tumba; se requería de un buen sepulturero y ese es Alejandro “Alito” Moreno.

El campechano tiene una gran cola de corrupción y a su llegada a la presidencia del moribundo partido lo primero que ocasionó fue la desbandada; políticos de primer nivel abandonaron el partido, hoy convertido en un club de aplaudidores a cambio de candidaturas y el líder se ha alineado con lo peor de la derecha.

Alejandro Moreno viaja a los Estados Unidos y a países con gobiernos de extrema derecha de América y Europa, todo con un sólo propósito: acusar al gobierno mexicano de dictatorial, aliado al narcotráfico y pedir el apoyo del gobierno estadounidense para “salvar a México”.

Así el partido surgido tras la primera revolución social del siglo XX, el que aportó a México estabilidad política y social, el que contribuyó al desarrollo de un país dañado por la guerra civil, creó organismos e instituciones que beneficiaron a los mexicanos, se convirtió en un partido para los empresarios y está terminando su vida política como una institución política al servicio que aquéllos a quienes combatió desde 1910: la extrema derecha aristocrática, racista, antinacionalista y corrupta.

Un PRI que olvidó la historia

La intención de Plutarco Elías Calles al fundar el entonces llamado Partido Nacional Revolucionario fue terminar con la división de los caudillos revolucionarios y crear un partido que los uniera en torno a los postulados de la revolución plasmados en la Constitución de 1917.

Uno de sus principios era el nacionalismo, esto es, la defensa de la soberanía nacional. Esto se sustentaba principalmente en las tristes experiencias del siglo XIX y principios del XX, marcadas por injerencias extranjeras, de Francia, promovida por el Partido Conservador y sus aliados de la derecha religiosa, y de Estados Unidos, desde la invasión de 1846-48.

Sin embargo, el PRI agonizante, controlado por la derecha conservadora y con un líder a favor de lo peor de esa derecha, ha olvidado esa historia de intervenciones violentas.

Ha olvidado que los Estados Unidos invadieron nuestro país y el 16 de septiembre de 1847 levantaron la bandera de las barras y las estrellas en lo alto del Palacio Nacional y al año siguiente se hicieron dueños de la mitad del territorio mexicano.

Se olvidaron que durante la Guerra de Reforma le pusieron precio al apoyo al gobierno de Benito Juárez: la entrega de la península de Baja California, el paso perpetuo por el Istmo de Tehuantepec y una ruta de El Paso, Texas, al puerto de Guaymas. Afortunadamente, el tratado no se concretó.

No recuerdan que triunfante la Revolución Maderista, desde la embajada estadounidense se conspiró en contra del presidente Francisco I. Madero, se planeó el golpe de Estado, el asesinato del presidente y el vicepresidente Pino Suárez y el ascenso al poder del alcohólico Victoriano Huerta.

Dejaron en el olvido las presiones del gobierno estadounidense de reconocer al gobierno de Álvaro Obregón a cambio del respeto a la propiedades petroleras de los inversionistas gringos.

En fin, el PRI, hoy ubicado en el quinto puesto de importancia política en el país, se ha olvidado que el gobierno de los Estados Unidos ha demostrado a lo largo de la historia que no tiene amigos, sino intereses y Alejandro Moreno, lo mismo que los líderes del PAN y de la extrema derecha se muestran dispuestos a entregar el país a los intereses estadounidenses a cambio de migajas de poder.

Así, de un partido nacido de la Revolución Mexicana, consolidados estos principios en el gobierno de Lázaro Cárdenas, se pasó al autoritarismo de Gustavo Díaz Ordaz, al centralismo de Luis Echeverría, el despilfarro de José López Portillo y el desastre económico de Miguel de la Madrid, para caer en las garras del neoliberalismo que convirtió al PRI en servidor de los grandes capitales, hasta que Ernesto Zedillo le entregó el poder a la extrema derecha yunquista con Vicente Fox.

Hoy se escribe la crónica del fin de ese partido cuya luz se apaga al olvidar sus principios, el proyecto que le dio origen y alinearse con quienes siempre buscaron entregar los destinos del país al extranjero. Un partido en camino a la oscuridad.

Retazos

1.- El colmo para la Iglesia de la Luz del Mundo. Su líder Naasón Joaquín García, está preso en Estados Unidos por abuso sexual y con un nuevo proceso por tráfico de personas, pornografía infantil y crimen organizado y el 24 de septiembre se descubrió en los límites de Michoacán y Jalisco un campo de entrenamiento para guardias de seguridad de los líderes de la Luz del Mundo. Tal parece que la luz de esta organización religiosa se ha convertido en la “oscuridad del mundo”.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *