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Punto de Vista

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  • Publishedfebrero 10, 2024

Nicolás Dávila Peralta

Las giras de Xóchitl Gálvez

Derrotado el Partido Conservador en el siglo XIX, una comisión viajó a Europa para pedir al emperador francés Napoleón III su apoyo para recuperar el poder; con este apoyo, acudieron a Austria y le ofrecieron la corona de México al archiduque Maximiliano de Habsburgo. Amparados por el ejército francés, implantaron un gobierno monárquico que terminaría con el fusilamiento del emperador en el cerro de Las Campanas, en Querétaro.

La semana pasada, la candidata de Claudio X. González y sus partidos (PAN, PRI, PRD) viajó a Estados Unidos para pedir el apoyo del nuevo imperio para las elecciones del próximo 2 de junio.

El 5 de febrero, cuando se celebra la promulgación de la Constitución de 1917, Xóchitl Gálvez pronunció un discurso en elWilson Center de Nueva York, ante una audiencia conservadora, donde prácticamente ofreció el país a los Estados Unidos de ganar la Presidencia de la República.

Fiel a la estrategia que sus dirigentes le han diseñado, la candidata de la “fuerza y el amor” por el pasado reciente, criticó al presidente López Obrador al señalar que no es un aliado confiable de los Estados Unidos, porque ha establecido alianzas con países comunistas, como Rusia y China. En contraparte, ella ofreció que, de llegar al poder la corriente política que representa, México será un “socio y amigo confiable”.

Aseguró que actualmente la relación entre los dos países se centra únicamente en la migración y el tráfico de fentanilo; por el contrario, ella ofreció trabajar bajo la tutela del gobierno estadounidense.

Ayúdenme a llegar al poder

Tal como los conservadores del siglo XIX fueron a Francia, entonces una potencia europea, para pedir ayuda para llegar al poder en México, doña Xóchitl pidió a Estados Unidos su ayuda para llegar al poder. Tal es la conciencia de la debilidad de su candidatura y de la alianza opositora que pidió la intervención extranjera a cambio de su incondicionalidad con el gobierno estadounidense.

Sin embargo, para eso, pidió al gobierno de Estados Unidos y “a la comunidad internacional” que vigile las elecciones en México, porque “en las circunstancias actuales es indispensable que las fuerzas democráticas de todo el mundo observen nuestro proceso electoral”, reforzando la afirmación que ha mantenido su coalición de que es una “elección de Estado”.

Ante los empresarios conservadores que acudieron a escucharla, pintó un país en retroceso. Aseguró que en México no hay condiciones para la inversión extranjera:“México no está listo, porque lejos de avanzar hacia el futuro, mi país se encuentra retrocediendo hacia el pasado”, como si las propuestas de la coalición “Fuerza y Corazón por México” no fueran las mismas propuestas del pasado reciente, de las políticas que ampliaron la brecha económica desde el gobierno de Miguel de la Madrid hasta el de Peña Nieto.

Y continuó pintando un país en desastre al asegurar que la estrategia de seguridad ha llevado a los abrazos a los delincuentes y balazos para los ciudadanos.

La gira de doña Xóchitl incluyó una visita a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), la misma que apoyó el golpe de Estado en Bolivia, reconoció al presunto presidente opositor en Venezuela y ha mostrado ser una organización incondicional de los gobiernos estadounidenses desde su fundación.

Ahí solicitó a ese organismo americano que vigile las elecciones mexicanas porque “hay pruebas evidentes de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está dispuesto a cometer un fraude electoral, con tal de evitar que la oposición gane las elecciones”.

Como es costumbre en la corriente política de derecha, no tuvo reparo en mentir ante la prensa estadounidense al asegurar que se está usando el dinero de los programas sociales para apoyar a Morena y aseguró que los Servidores de la Nación “pasan casa por casa diciendo que tienen que apoyar al partido en el poder”.

Sin embargo, en las calles de Nueva York, la candidata padeció las protestas de cientos de migrantes que a gritos y en pancartas la tildaron de corrupta, mentirosa y rechazaron su presencia en el país al que estos migrantes llegaron por la pobreza en que los hundieron los gobiernos anteriores.

Vámonos a España

En su conferencia mañanera (así plagió la “mañanera” de López Obrador) del jueves pasado, Xóchitl Gálvez anunció que el domingo 11 y el lunes 12, se va de gira a España, en donde presuntamente se estaría entrevistando con migrantes mexicanos (sólo que sean Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y otros prófugos de la justicia), con políticos, periodistas y empresarios.

Hay que recordar que la estrategia de la derecha internacional para tomar el poder en los países de América Latina (Iberósfera le dicen los yunquistas españoles) tiene su centro de operaciones en España. Así pues, doña Xóchitl seguramente se reunirá con los dirigentes del partido ultraconservador Vox y otras organizaciones pro franquistas, en busca del apoyo de estos organismosfascistas para las elecciones del 2 de junio.

Así pues, lo que vemos en la alianza “Sin fuerza y sin corazón por México” es una estrategia semejante a la del siglo XIX. Si no hay apoyo del pueblo mexicano, hay que buscar el apoyo de la potencia mundial (Antes fue Napoleón III, hoy es el gobierno estadounidense) y de la extrema derecha internacional en España.

Como los conservadores de hace dos siglos, hoy también se ofrece México a otros países, como moneda de cambio para llegar al poder.

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